La peana está compuesta por dos parte, una del siglo XVIII y otra parte del s.XX, esta última no ha sido intervenida debido a su mala calidad y mal estado, y será sustituida por otra pieza en un futuro cercano.
El proceso de restauración ha sido bastante sencillo, ya que el estado de conservación era bastente óptimo y no presentaba daños considerables. Se ha eliminado totalmente los repintes de purpurina dorada que ocultaban un oro muy bueno y bien conservado. Se reintegraron las faltas de preparación en los sitios puntuales y luego se reintegró mediante técnica reversible, para después aplicar una protección.
El resultado podéis verlo en las fotos que os adjunto a continuación.
2 comentarios:
Una cuestión, Manuel. Esta peana, ¿a quién pertenecía, dónde se hallaba? Y otra cosa, ¿cómo es posible que la parte más moderna estuviera mucho peor que la antigua? Y la última: si se ha pintado con purpurina encima del oro que se encontraba en buen estado, ¿a qué ha podido ser debido? ¿Falta de presupuesto o ignorancia?
Esta peana perteneció al patrimonio de la Familia Sánchez Bargiela-de Gines, por supuesto- y fue donada a la Asociación Patronísimo San Ginés para la carreta del Santo.La causa de que el estado de la parte más moderna esté peor, es a consecuancia de la infima calidad de los materiales, que no han perdurado en buen estado. Y la respuesta a tu tercera pregunta es que en principio, la purpurina te da una falsa sensación de brillantez, que va pasando con el tiempo, virando a verde, es el gusto y la ignorancia de verlo todo brillante.Pero gracias a esta ignorancia, el oro se ha conservado intacto.
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